Sueño y su hermanastro Muerte de Waterhouse



En el año 1874, John W. Waterhouse dedicó un cuadro a la muerte y al sueño, considerados como jóvenes hermanos por la mitología de la Antigua Grecia. Sueño y su hermanastro Muerte (Sleep and His Half-Brother Death) se encuentra actualmente en el Sotheby’s Collection, una empresa de subastas, mayormente de arte, fundada en el Reino Unido pero con sedes en las principales capitales del mundo.

Ficha técnica:
- Técnica pictórica: óleo sobre lienzo
- Medidas: 70 x 91 cm.

La Muerte no violenta (e incluso suave) era conocida como Tánatos en la mitología griega e Hipnos o el Sueño se asociaba a él como su hermano gemelo; parece ser que Sueño, con el fin de imitar a su hermano Muerte, anulaba por las noches a los seres humanos. Los mitos cuentan que los gemelos eran hijos de Nix (la Noche) y que ambos discutían cada noche sobre quién se llevaría a los mortales, es decir, que debatían si un hombre debía dormir o morir. De esta forma daban explicación los griegos a dos de los muchos fenómenos naturales de la vida: el sueño y la muerte.

Hipnos y Tánatos aparecen reflejados por Waterhouse como dos jóvenes bellos tumbados en un lecho, cada uno de ellos representando “su papel”.

A primera vista llama la atención la figura humana que se halla más cercana al espectador, aquella que está totalmente iluminada por una luz. Este joven es Sueño y se sabe porque, además de ver que la otra figura aparece pálida y claramente sin vida, en su regazo, entre sus manos, Waterhouse dibujó unas amapolas, símbolo de Hipnos junto con otras plantas hipnóticas.

 
Sueño se encuentra dormido en una postura relajada (o da esa impresión), con las piernas cruzadas y apoyado en el hombro de su hermano, y vestido con una simple y típica túnica griega que deja al descubierto su pecho derecho. Si no fuese por este detalle (y porque lleva el pelo demasiado corto para la época) podría ser confundido perfectamente con una bella y joven mujer, puesto que su rostro es muy femenino, con mejillas sonrosadas y labios carnosos y rojizos.
La expresión de Hipnos refleja pureza, relajación, tranquilidad, etc., en resumen, una paz completa, esa paz que da el tipo de sueño reparador.

 
Tánatos aparece como la antítesis de Hipnos, sobre todo por las diferencias de tono de piel y por la iluminación. Muerte viste mucho más tapado que su hermano, con una túnica más austera, además de que él sí está cubierto, hasta más o menos las rodillas, por la sábana rojiza-anaranjada de la cama.
La postura también difiere notablemente de la de Sueño, ya que demuestra la “no vida” de su cuerpo. Sus brazos se encuentran totalmente inertes, uno junto a su cuerpo y otro bajo el cuerpo de su gemelo, del cual puede verse una mano sin ninguna vida.

 
Da la impresión de que, en esta escena, Tánatos ya se hallaba tumbado en el lecho, totalmente muerto, cuando su hermano Hipnos llegó al aposento y se echó a su lado apoyándose en el hombro del otro joven; esta hipótesis la demuestra la sábana (Sueño no está dentro de ella) y el hecho de que, si eliminamos la figura de Hipnos, Tánatos se quedaría en la misma postura que ahora presenta en el cuadro.

Muerte aparece con una piel muy pálida, prácticamente sin ninguna luz. Los espectadores parece que estemos viendo el lienzo desde un patio o pórtico desde el que entra la luz de la luna (Sueño y Muerte discutían sobre si los hombres morían o dormían por la noche); quizás lo que ilumine sea una lámpara o un cirio al otro lado del lienzo, lo cual solo podemos intuir. Por esta razón, Sueño, al estar más cerca de esa hipotética ventana o lámpara, se encuentra totalmente iluminado, mientras que Muerte, tanto por estar más alejado como por encontrarse bajo el dosel del lecho y por el deber de ser reflejado serio, pálido y sin vida, aparece entre sombras.
El rostro de Tánatos es, como podemos ver, igual que el de su hermano, pero éste parece más adulto, varonil y tétrico. Y, aunque también tenga una expresión serena, es otro tipo de serenidad y tranquilidad, aquella que da el sueño eterno. Las mínimas diferencias entre ambos rostros son la posición de las cejas (las de Muerte más alzadas), la boca, que aparece un poco abierta en Tánatos, y los labios, que dan la sensación de estar secos y, por tanto, sin saliva o aliento.

 
Otro aspecto del lienzo es la “recargada” sala donde los gemelos se hallan. La cama, algo ya comentada con anterioridad, se trata de un lecho con dosel, con amplias cortinas de color rojo o marrón y con sábanas anaranjadas; los colores más bien se intuyen, pues la oscuridad de la escena es notable.
Diversos objetos están repartidos por el aposento. En primerísimo plano, antes incluso que Hipnos, observamos una mesa baja o mesita blanca de forma redonda y adornada con lo que parecen ser amapolas, el mismo tipo de flores que Sueño guarda entre sus manos.

 
Encima de ella aparecen dos flautas cruzadas, de las que no he podido averiguar simbología alguna; en mi pequeña investigación he descubierto que, en la Antigua Grecia, las flautas se asociaban a los faunos y reflejaban sexualidad (respecto al miembro masculino), pero esto no tiene mucho que ver con Sueño y su hermanastro Muerte.

 
Una curiosidad de esta parte del lienzo son las letras (o lo que parecen letras) que aparecen junto a las flautas. La palabra da la sensación de que acaba en “house”, por lo que deduzco que es su firma, pero el comienzo no está muy claro.

Junto al cuerpo de Muerte hay una lira antigua, considerada un símbolo de las artes y de la inspiración poética. Representa, por tanto, la armonía, dando sentido a la paz que la obra refleja (a pesar de la presencia de Tánatos).

 
Al fondo de la escena se encuentra una ventana desde la cual puede verse un pequeño pórtico con columnas dóricas. También, desde fuera, entra en la estancia lo que parecen ser hojas de palmera, elemento típico del mundo egipcio en la época, muy relacionado con el griego.

 
Por último, al lado del vano una gran antorcha hace presencia. Parece ser un típico recipiente de ofrendas, en el que se enciende un fuego y se queman objetos, ya que de ello surge un humo blanco hacia la parte derecha de la ventana.

 
Podría decirse que este lienzo es una excepción al típico lienzo de John W. Waterhouse, puesto que la mujer no se convierte en la protagonista de la historia; aunque representó a Sueño con un rostro muy femenino. Sin embargo, el pintor recurrió de nuevo a un tema de la Antigua Grecia, siendo una cuestión muy bien tratada a lo largo de la historia como es la muerte y el sueño. ¿Es, por tanto, el sueño un preludio de la muerte, un fenómeno vital el que podemos comparar el fin de la vida? Waterhouse nos deja, explicando el mito griego a través de Sueño y su hermanastro Muerte, con esta gran duda…


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